viernes, 11 de abril de 2008

Un equipo con un par de huevos


Obviamente, por el título del artículo, os habréis imaginado que no estoy hablando del Valencia CF. Quizá el Levante se ajuste mejor a la frase, pero tampoco. Doy comienzo a un díptico en el que analizaré las luces y sombras del Getafe CF, rival de los ches en la final de la Copa del Rey el próximo miércoles. Y para empezar, malas noticias: en el plano deportivo, este equipo le da mil vueltas al de Ronald Koeman.

Hoy todos los periódicos, radios y televisiones han abierto con el gran partido del equipo dirigido por Michael Laudrup en la noche de ayer, poniendo contra las cuerdas a todo un Bayern de Munich durante 119 minutos. Los alemanes sólo pudieron empatar y pasar la eliminatoria debido a tres factores: el garrafal error del Pato Abbondazieri en el segundo gol teutón, la lamentable actuación del colegiado suizo Massimo Bussaca (cuyo nombre rima sospechosamente con "butxaca", que es lo que llenaría tras el pago de la UEFA por los servicios prestados: a saber, dejar con diez al Getafe en el minuto 5 y no pitar una falta flagrante de Kahn en la jugada que supuso el definitivo empate a tres)... y, cómo no, la ya tradicional "potra" increíble de todos los equipos alemanes.

El juego del Getafe es valiente, con gusto por el toque y el desmarque, con centrales como Cata Díaz o Belenguer que mandan en la zaga como mariscales; con un centro del campo enormemente trabajador (Celestini ayer se "zampó" al bocazas Van Bommel), unas bandas rebosantes de físico y calidad y una delantera con gran movilidad. ¿El resultado? Un estilo eléctrico, rápido y efectivo al contragolpe... justo las cualidades del Valencia antaño campeón de UEFA y Liga.

En los banquillos la cosa es incluso más preocupante. Ambos entrenadores, Koeman y Laudrup, comparten similitudes: ambos estuvieron en el Dream Team de Cruyff, ambos tenían una gran visión de juego, y ambos se estrenaban esta temporada en la Primera División española. Sin embargo, los parecidos terminan ahí, ya que sólo hay que ver el juego de los equipos que dirigen para encontrar las siete diferencias: el toque rápido y preciso del Getafe, y las carreras sin sentido de un Valencia cuyos jugadores, como decía Joaquín hoy, corren "como pollos sin cabeza". Por eso a nivel táctico el ganador está claro antes de empezar, al menos, en teoría.

La única esperanza de los valencianistas, entonces, reside en los jugadores, en su calidad individual con respecto a los azulones. Aunque tras ver el partido de ayer frente al Bayern, ¿quién se atreve a decir que los getafenses no tienen calidad? Braulio, Manu del Moral, Casquero y demás son excelentes "peloteros", aunque falta por ver cómo pasa factura el cansancio físico y anímico tras la batalla ante los alemanes.

La teoría dice que, si los valencianistas saltan al césped del Calderón tan "enchufados" como lo hicieron contra el Barça, daría igual que no tuvieran entrenador en el banquillo porque la victoria no se escaparía. Pero ojo con este Getafe peleón y guerrillero, que ayer dio una lección de pundonor y de tener más cojones que el caballo de Espartero. Los azulones seguro que quieren resarcirse de la eliminatoria perdida, y también de la derrota en la final del Copa del pasado año, y precisamente es su faceta futbolística la que le da la fuerza y confianza para afrontae el partido del próximo miércoles. Mucho cuidado.

2 comentarios:

www.checheche.net dijo...

No le demos más vueltas, vamos a pasar por encima de ellos sin problemas. ¿Por qué? Porque somos muy superiores a un partido.

Little

Paco Garcia Polit dijo...

No se, pequeño: me parece a mi un poco escamosa la confianza que hay en ganar la final para un equipo que esta temporada ha perdido tantos partidos. Lo que está claro es que, si se gana, laclave habrán sido las sesiones de RK de 56 minutos en la semana previa.